La Luna, el estaeroide de la tierra que por siglos maravilló a las personas con su mistisimo y misterioos color a su brillantez plateada o amarillento. Esconde una verdad: no es gris, ni grafito, ni color plata, sino multicolor. Una gran mayoría de personas desconoce este dato, y seguramente quedarán sorprendidas al descubrir los verdaderos colores de su superficie.
¿Qué esconde el centro de la Luna? El nuevo hallazgo que asombra a los científicosGracias al extraordinario trabajo del astrofotógrafo estadounidense Andrew McCartny, hoy podemos maravillarnos con la riqueza cromática de la Luna. Andrew elaboró una imagen final compuesta por 150 mil fotografías que capturó de la Luna, y las editó para revelar su aspecto real. Aunque la imagen está manipulada digitalmente, los colores que observamos no son simulados, sino que siempre estuvieron allí, ocultos.
Los misteriosos colores de la Luna
La imagen revela que la Luna posee una impresionante gama de tonos: azules, naranjas, blancos, plata, ocres, dorados y grises. McCartny explicó que estos colores se mantienen siempre ocultos bajo el reflejo de la luz solar, por lo que no podemos percibirlos con nuestra vista limitada desde la Tierra.
Incluso si estuviéramos mucho más cerca de la Luna, tampoco sería posible apreciar estos tonos a simple vista. La imagen resulta así luego de que el profesional ajustara el contraste y la saturación, dejando al descubierto esta maravilla.
¿Por qué la Luna tiene colores varios?
La asombrosa variedad de colores sobre la superficie lunar se debe a la concentración de diversos minerales en su corteza. Por ejemplo, los tonos azulados indican la presencia de titanio, mientras que el naranja señala una baja concentración de ese mineral. Las zonas más oscuras, conocidas como "mares", son praderas lisas y planas formadas por basaltos, una roca similar a la lava volcánica terrestre, y contienen elementos pesados como hierro, magnesio y titanio. Por otro lado, las regiones más claras y pálidas son colinas con cráteres cubiertas por anortosita, una roca que incluye elementos más ligeros como calcio y aluminio.
Nuestros ojos y cerebro no son tan sensibles como para captar esta policromía lunar en su totalidad. Andrew McCartny tomó decenas de miles de fotos en cada porción lunar donde los cambios de color eran evidentes, luego eliminó el reflejo de luz y saturó los colores para que el ojo humano pueda apreciarlos fácilmente. Empleó dos cámaras diferentes: una para el color, las estrellas y la bruma atmosférica, y otra para los detalles de la superficie y las texturas de la Luna. Este trabajo sirvió para reconfirmar que el ojo humano no percibe todo tal cual es, abriendo una nueva ventana a la belleza oculta de nuestro satélite.